Cuando se habla de dar, la gente primero piensa en sí mismo y después en los demás, por eso es que está este mundo de esa manera. Ahora vamos a ver por qué pasa esto, qué es lo que tenemos que vencer y por qué el padre creador decía: “es más bienaventurado dar que recibir”. La gente piensa que la vida espiritual es solo escuchar la prédica, es lo que nos han enseñado, convertirnos en creyentes pasivos, simplemente escuchando, pero no lo llevamos a la práctica y por tanto no hay crecimiento, no hay unión con el alma.
Cuando leemos citas en las que el mismo Padre Creador nos hace reflexionar, es porque algo importante hay en ellas.
DOCUMENTO 172 (1883.4) “Ahora mientras avanzaba la tarde y las multitudes iban en busca de alimentos, Jesús y sus seguidores inmediatos, se quedaron solos. Los apóstoles estaban pensativos pero mudos. En todos los años de asociación con Jesús, nunca habían visto un día como este. Se sentaron un rato cerca del tesoro del templo, observando cómo la gente dejaba caer sus contribuciones.
Los ricos ponían mayores cantidades en la caja de las ofrendas y todos daban algo según sus posibilidades. Al final llegó una pobre viuda, vestida miserablemente, y observaban que echaba dos ébolos (pequeñas monedas de cobre) en el embudo.
Entonces Jesús llamó la atención de los apóstoles sobre la viuda, diciendo: retened bien lo que acabáis de ver. Esa pobre viuda ha echado más que los demás, porque todos los demás han echado, como don, una pequeña parte de lo que les sobraba, pero esa pobre mujer, aunque está necesitada ha dado todo lo que tenía, incluso su sustento”.
Para muchas personas no está bien esta acción y dicen: eso es ser bruto, cómo va a hacer eso, pero aquí Jesús está destacando una acción que es importante.
¿Qué es lo que pasa con estas personas que piensan así? son personas que han vivido su vida igual que sus padres, han vivido una vida mediocre y mediocre significa, que cree a medias, es una persona que medio cree. La gente que vive de esta manera, que medio cree, también medio hace las cosas, medio da de sí mismo y por eso es que vive una vida de escasez.
En todas las áreas de su vida deben dar lo mejor, pero una gran cantidad de humanidad a nivel mundial no está dando lo mejor de sí mismo y yo les digo: den lo mejor de sí mismos, porque Dios Padre da de sí, todo, el da lo mejor de sí mismo, él no da a medias, da total.
En todas las áreas de su vida, estas personas reciben la mitad, porque ellos dan la mitad, no dan todo, no viven, sino que sobreviven, hay personas que vienen a un mundo como estos y nunca se les enseñó a servir de verdad, de corazón y simplemente son un parásito igual que un animal, es más, un animal puede hacer algo mucho mayor, pero una persona que vive sin Dios y sin ley, sigue su vida, simplemente ganándosela, sobreviviendo y nada más.
Solo recibimos lo mejor, cuando damos lo mejor de nosotros mismos.
En el campo se escogía el mejor terreno y se escogía la mejor semilla, y era lógico que se recogía la mejor cosecha, pero cuando no se tenía cuidado en poner la mejor semilla y escoger el mejor lugar, simplemente no pasaba nada.
La vida en esta tierra es un cúmulo de dádivas, damos, recibimos; todo lo que hacemos en esta tierra es lo que damos, y en todo lo que damos va implícito aquello que recibimos, por eso si damos mal, recibimos mal, si damos amor, recibimos amor, si damos mal trato, recibimos mal trato, si damos poco o mucho, recibimos lo equivalente a lo poco o mucho que damos.
Pablo decía algo muy importante: “porque el que siembre escasamente, cegará escasamente y el que siembre abundantemente, también cegará abundantemente.” y así es.
Jesús decía algo diferente: “si quieres tener amigos, muéstrate amigable”.
Si quieres felicidad, da felicidad a otros, si quieres amor, aprende a amar a los demás, si quieres atención y apreciación, aprende a dar atención y apreciación, si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.
Dar y recibir son lo mismo, porque una acción y otra, no son sino diferentes aspectos del mismo flujo de energía del universo, dos caras de la misma moneda, lo que pasa es que nos han enseñado desde un punto de la escasez, nos han enseñado, que si damos algo lo perdemos, pero las cosas no funcionan de esa manera en el reino de Dios.
No es casual, que ciertas personalidades de hace mucho tiempo dijeran, que la grandiosidad del ser humano consiste en la generosidad, y la generosidad es de alguna manera el egoísmo más inteligente, que el ser humano puede tener, porque se parece a Dios. Si queremos recibir algo, debemos dar de eso. La clave consiste en dar lo que queremos recibir, la abundancia siempre nace de nosotros mismos, la abundancia no está fuera, está en nosotros mismos, por lo tanto, siempre está a nuestro alcance. Hay muchas personas que dicen, que hasta que se ganen algo, pueden darlo a los demás, pero esto es mentira, podemos dar lo que tenemos.
Esta viuda que enuncia como referencia nuestro Padre Creador, no tenía nada, tenía menos que todos y lo dio todo, absolutamente todo, y él lo pone como una experiencia a la que debemos prestarle atención. Cuando creas que el mundo no te está dando algo, presta atención si tú le estás dando eso al mundo y si no, no lo vas a recibir; es una idea equivocada cuando la gente dice: cuando me vaya bien, entonces voy a dar, pero la idea correcta es: cuando doy, recibo; esto supone un cambio de dirección, es un cambio de 180 grados.
Cuando yo doy lo mejor es cuando doy todo lo que puedo dar, esta viuda dio todo lo que podía dar y por eso estuvo en la mente y en la mirada de Jesús, nuestro Padre Creador. Si queremos que nuestro padre creador, fije su mirada en lo que estamos dando o en lo que estamos haciendo, entonces debemos dar todo lo que podemos dar.
Dice algo muy bonito en la revelación: “cuando el hombre da a Dios todo lo que tiene, él hace que ese hombre sea más de lo que es”.
La evidencia de dar con excelencia, no es cuánto damos, sino con cuánto nos quedamos, pero, que no sepa su mano izquierda, lo que hace su mano derecha, en el momento de dar.
DOCUMENTO 100 (1102.7) “El Maestro siempre fue generoso. Jamás se cansó de decir: más bienaventurado es dar que recibir. Él dijo: de gracia recibisteis, dad de gracia.
Y, sin embargo, a pesar de su generosidad sin límites, nunca fue despilfarrador ni extravagante. Enseñó que debéis creer para recibir la salvación, porque el que pide recibe”.
Esto es algo muy importante, porque las cosas que poseemos son dadas realmente por Dios Padre, porque este planeta lo hizo Dios Padre para sus hijos, entonces de alguna manera hemos dado gratuitamente, podremos decir: es que yo lo trabajé, pero es que el trabajar es un servicio que todos debemos hacer, es como una persona que estudia alguna profesión y se cree más que los demás; no debemos creernos más que los demás, porque simplemente es una forma de como servir, si yo se algo, si yo aprendo algo es para servir a mis hermanos, no es para humillarlos o sentirme mayor, porque voy a servir; eso se llama ignorancia y eso es muestra de no espiritualidad en una persona.
Dios ama al dador alegre, dice la biblia, pero es verdad también que todo el mundo ama a la persona que le gusta hacer las cosas con cariño; ahora, dador alegre no quiere decir en ningún momento que tenga que dar dinero en cantidad, no, es que se pueden hacer muchas otras cosas.
He notado, por ejemplo, que, en países como Colombia, si se le lleva un regalo a alguien, lo primero que se piensa es en el costo, cuánto vale ese regalo y cuando una persona va a dar un regalo, piensa en llevar algo costoso, pero es muy interesante ver la actitud de un niño.
Un niño regala a alguien cosas sencillas, lo que tiene lo da, no espera que tenga un valor. Cierto niño que quiso celebrarle el cumpleaños a su hermanito, le dio un regalo muy significativo, unos curitas, las tenía para ponerlas en los dedos, no tenía más, era lo que tenía, pero cualquiera diría: eso no vale nada, no tiene sentido, porque no estamos acostumbrados a darnos cuenta de qué se trata el dar; hay niños que hacen ese tipo de cosas, eso es dar de verdad, dar con excelencia, dar cosas diferentes y no estar pensando en si tiene algún costo o no, eso es algo muy bonito.
Cuando damos a medias estamos defraudando a Dios Padre, porque él nos da todo y con estas acciones le estamos mostrando que no somos hijos de Dios. Esta mujer fue objeto de admiración por el Padre Creador, porque de alguna manera le dio la grandeza a Dios Padre en una acción, ella no dijo: Dios tú eres grande, eres maravilloso, no, eso es lo que hacen los religiosos, sino que esta mujer hizo las cosas.
Cuando no damos o damos a medias, defraudamos a Dios Padre, que nos dio el poder y nos mandó a esta tierra a servir, nos dio todo nuestro potencial para poder dar. Si nosotros tenemos el poder para dar, porque Dios Padre nos lo dio, por qué entonces pensamos que supuestamente, damos más, si estamos hechos realmente para eso. No estamos usando todo el potencial, que tenemos en nuestro ser, para poder hacer las cosas bien.
Cuando una persona es dadivosa y hace las cosas de verdad de corazón, es porque ha logrado crecer, es porque ha logrado llegar a ese nivel espiritual, un nivel, que no cualquiera lo tiene, por eso no todo el mundo puede dar, no todo el mundo puede hacerlo, porque no tiene el nivel espiritual. Muchas personas pueden decir que creen en Dios, pero son muy tacaños.
DOCUMENTO 103 (1131.8) “Pero antes de que el niño se haya desarrollado lo suficiente, como para adquirir una capacidad moral (moral, es servicio desinteresado a los demás) y por lo tanto ser capaz de escoger el servicio altruista, ya ha desarrollado una naturaleza egoísta fuerte y bien definida. Esta situación de hecho es lo que da origen a la teoría, de la lucha entre la naturaleza superior y la naturaleza inferior, entre el viejo hombre pecador y la nueva naturaleza de la gracia. Un niño normal empieza a aprender muy pronto en la vida, que es más bienaventurado dar, que recibir”.
Muchas personas se quedaron simplemente en esa naturaleza. Nos damos cuenta que aquí dice: que antes de que un niño se haya desarrollado lo suficiente, como para adquirir una capacidad moral.
El niño tiene que pasar por esas etapas, pero la humanidad se quedó enredada en estas etapas, y por eso, no se hacen las cosas. Hay obras importantes en el mundo, no solamente el Gobierno de Dios, que requieren de la ayuda de muchas personas, pero en verdad no lo hacen, suelen utilizar el dinero, para cosas que no tienen sentido, cosas que nunca van a funcionar, fiestas, adornos, por ejemplo, llenan la casa de cosas inútiles, para las personas que viven dentro.
Un niño normal empieza a aprender muy pronto en la vida, que es más bienaventurado dar que recibir, quiere decir que estos niños que tienen cincuenta años y más, no son normales, son anormales, eso es lo que me está diciendo allí. Actualmente, la gente no se ha dado cuenta de eso, aun todavía no ha entendido que es más bienaventurado dar, que recibir.
Ahora, el hombre tiende a identificar el impulso de servirse a sí mismo con su ego, con su yo. Trabajo para mí mismo y yo y yo, eso es lo que hace el hombre, por contraste se siente inclinado a identificar la voluntad de ser altruista, con alguna influencia exterior a el, es decir, Dios, es que el ser bueno, corresponde a Dios, es que servir, eso corresponde a Dios, yo no, y aquí hay algo muy importante, este juicio es correcto y por qué? Porque todos estos deseos altruistas tienen realmente su origen en las directrices de su ajustador de pensamiento interior y este ajustador es un fragmento de Dios, es decir, cuando una persona entiende que es más bienaventurado dar que recibir, y empieza a servir, está haciendo las cosas desde el punto de vista de Dios, porque un hombre común y corriente, animal, no tiene la capacidad ni el deseo de servir, no le interesa o siempre está esperando algo; cuando la gente sirve esperando algo a cambio, no es un servicio verdadero, no tiene sentido.
La conciencia humana reconoce el impulso del monitor interior, como la incitación a ser altruista, osea que en el momento en el que decides y te nace ser altruista, es porque el espíritu de Dios, el ajustador de pensamiento, ya está haciendo un trabajo en ti, pero si tu eres egoísta, pero no quieres servir, no quieres dar nada, entonces quiere decir, que el ajustador de pensamiento, no está haciendo ese trabajo importante.
La gente lo piensa, para ser parte del Gobierno de Dios; muchas personas que dicen: no, yo prefiero ganarme mi dinero, vivir mi vida como me plazca, ir donde quiera, disfrutar lo que quiera. Les digo de corazón, que eso no es así y no funciona, no va a funcionar; dentro del Gobierno de Dios se pueden disfrutar muchísimas mas cosas sin necesidad de tener una carga tan pesada como todo el mundo lo hace.
Si te preocupas por tus semejantes, si realmente estás en una causa, que tiene que ver con el progreso de la humanidad, que tiene que ver con el progreso tanto material, mental y espiritual de la humanidad, entonces el Ajustador de Pensamiento, el espíritu de Dios, está haciendo un trabajo muy importante en tu ser. Esta es la experiencia inicial y fundamental de la mente del niño, pero qué pasa, que el hombre adulto aun no se convence; cuando el niño que crece, no consigue unificar su personalidad, puede volverse responsable de muchos conflictos preocupantes, tristezas y un sin fin de desgracias humanas; cuando el niño que crece no consigue unificar todo esto, entonces va a pasar por muchos problemas.
Hay unas pocas personas que han hecho cosas muy interesantes y muy grandes, estas personas han marcado una historia y nos han enseñado más cómo hacer las cosas y sin embargo no nos interesa y decimos: no, que de otro, yo no voy a hacer, no voy a gastar ni un centavo en tales cosas.
La fundación Gobierno de Dios tiene una cuenta, tanto en Colombia como en Estados Unidos, pero a esas cuentas nunca llega dinero, a las personas no les interesa esto, y esas cuentas están precisamente, para que las personas, que quieran ayudar lo puedan hacer.
DOCUMENTO 171 (1870.1) “Ahora deberías examinarte y descubrir el motivo que tienes para ser mi discípulo. De ahora en adelante ya no podrás seguirnos, escuchando las enseñanzas y contemplando las obras; tendrás que enfrentarte con persecuciones encarnizadas y dar testimonio de este evangelio en medio de decepciones aplastantes. Si no estás dispuesto a renunciar a todo lo que eres, y a consagrar todo lo que posees, entonces no eres digno de ser mi discípulo. Si ya te has vencido a ti mismo dentro de tu corazón, no necesitas tener ningún miedo a esa victoria exterior que pronto tendrás que ganar cuando el Hijo del Hombre sea rechazado por los principales sacerdotes y los saduceos, y entregado a los incrédulos burlones”.
Si buscas honores y gloria, si tienes inclinaciones mundanas, eres como la sal que ha perdido su sabor. Y cuando aquello que se valora por su sabor salado ha perdido su sabor, con qué se sazonará? Un condimento así, es inútil; solo sirve para ser tirado a la basura”.
Si no estás dispuesto a renunciar a todo lo que eres, a consagrar todo lo que posees, entonces no eres digno de ser mi discípulo. Nosotros somos personas que pensamos que somos mucho, porque tenemos una profesión, porque hacemos ciertas cosas, pero tenemos que renunciar a todo lo que somos, porque no vamos a poder hacer un buen trabajo, vamos a sufrir, porque vamos a decir: pero cómo así, yo siendo tal cosa, me tocó lavar los pisos, cocinar, no puede ser. Por eso la persona que quiere pertenecer al Gobierno de Dios tiene que renunciar a todo lo que es y a consagrar todo lo que posee.
La riqueza realmente no es el dinero, la riqueza es lo que nosotros podemos, todo lo que hacemos y tiene que ser al servicio de Dios Padre. Si por ejemplo, alguien sabe pintar y pinta para satanás o pinta para lucifer, esa persona no está sirviendo en verdad como es, pero si esa persona pinta de verdad para los hijos de Dios y para Dios, entonces las cosas son diferentes. Si una persona sabe cantar, pero canta canciones diabólicas y todo lo contrario a la vida espiritual, entonces no está haciendo su trabajo, no está convencido ni tampoco es agradecido con aquel que nos dio la vida, con aquel que diseñó nuestra vida y que nos dio la oportunidad de venir a esta tierra.
Ahora si ya nos hemos conquistado a nosotros mismos dentro de nuestro corazón, que es donde tenemos que hacer esa lucha, esa batalla tenemos que librarla dentro de nuestro ser.
Si ya te has conquistado a ti mismo dentro de tu corazón, no necesitas tener ningún miedo a esa victoria exterior, que pronto tendréis que conseguir, cuando el hijo del hombre sea rechazado.
Ahora, decimos: eso fue en aquel tiempo, no, pero es que todavía el hijo del hombre sigue siendo rechazado entre muchas personas, el hijo del hombre puede ser rechazado en la propia familia, en los amigos, en cualquiera.
Dice el Padre Creador: ahora deberías de examinarte y descubrir el motivo que tienes para ser mi discípulo; ¿es para salvarte, es para pasarla bien o es para servir?, has entendido que el servicio, que el dar altruistamente tiene que ver con esa parte divina, con el espíritu de Dios que habita en ti?, si es así, entonces es un buen motivo, si no, no tiene ningún sentido.
Si buscas honores y gloria dentro del Gobierno de Dios, si tienes inclinaciones mundanas en tu mente, es como la sal que ha perdido su sabor, no sirve para nada y por eso es muy importante como dice el Padre Creador, descubrir el motivo, por qué queremos ser discípulos de Jesús, por qué queremos seguir las cosas divinas.
¿Ahora deberías examinarte y descubrir el motivo que tienes para ser mi discípulo, cuál es el motivo, quieres de verdad servir en esta obra? Y yo también les digo: deberían de descubrir cuál es el motivo que tienen ustedes para ser parte del Gobierno de Dios, si quieren ser realmente parte de una familia, si quieren servir de corazón, bienvenidos, pero, si buscan honores y glorias como dice allí, si tienen inclinaciones mundanas en su mente, entonces son como la sal que ha perdido su sabor.
Nos han enseñado nuestros padres, que debemos venir a este mundo a hacer dinero, toda la sociedad piensa que hemos venido al mundo para hacer dinero, pero la vida no consiste en lo que tengamos, la vida no consiste en la abundancia de nuestros bienes; hay personas que, en medio de todo ese lujo, allí están muriendo y no pueden hacer nada, porque la vida no depende de eso, la vida depende de Dios Padre. ¿Pero qué hace realmente el dinero? El dinero es una oportunidad para que nosotros disfrutemos sirviendo a nuestros hermanos, para que podamos compartir, para que nos den la oportunidad de poder servir de una manera diferente. Si yo, por ejemplo, tengo fuerza, no es para coger a los pequeños, o a aquellas personas débiles y darles una paliza, si tengo fuerza es para ayudar a los débiles, si tengo dinero es para ayudar a esas otras personas y así sucesivamente.
Dice Jesús algo muy importante respecto al dinero y que vale la pena prestarle atención.
“Dejadme que os cuente la historia de un hombre rico, cuya tierra producía con mucha abundancia, cuando se volvió muy rico, comenzó a razonar consigo mismo, diciendo: qué voy a hacer con todas mis riquezas, ahora tengo tantas, que ya no tengo sitio, para almacenar mi fortuna. Después de meditar sobre este problema, dijo: voy a hacer esto: derribaré mis graneros y construiré unos más grandes y así tendré sitio suficiente para guardar mis frutos y mis bienes, y entonces podré decir a mi alma: alma, tienes una gran fortuna acumulada para muchos años, descansa ahora, come, bebe y regocíjate, porque eres rica y con tus bienes en aumento. La gente siempre piensa que van a vivir mucho tiempo, ustedes que están haciendo dinero, ¿saben cuánto van a vivir? No saben, no pierdan tiempo en estupideces, no tiene sentido de verdad, por eso es que es tan importante una causa como estas, porque allí no hay dinero, allí no se maneja este tipo de cosas, en una causa como estas, todos trabajamos, todos hacemos cosas importantes dentro de esta familia, somos una familia, no estamos dispersos.
El mismo Padre Creador lo dice: pero este hombre rico, era también tonto, es una tontada hacer ese tipo de cosas; si el Padre Creador lo dice, yo lo creo. Hay personas que se dedican toda la vida a hacer dinero, conozco personas que llevan en esta tierra más de setenta años, ochenta años y quieren hacer dinero, quieren volverse millonarios, quieren volverse famosos; esto es un complejo de inferioridad y no tanto eso eso, sino que como dice Jesús: es un tonto.
Todo lo que poseemos tiene que ver con la mente, no tanto con el cuerpo, el cuerpo solamente se come una comida y queda lleno y no pide más, el cuerpo pide algunas cosas, solamente abrigo y cosas sencillas, pero una mente egoísta, llena de avaricia, nunca es satisfecha. Por eso dice Jesús: mientras abastecía las necesidades materiales de su mente y de su cuerpo, había olvidado acumular tesoros en el cielo, para la satisfacción de su espíritu y la salvación de su alma, que es precisamente lo que tenemos que hacer en un mundo como estos, incluso así, tampoco iba a gozar del placer de consumir sus riquezas acumuladas, porque aquella misma noche se le requirió su alma, aquella noche llegaron unos bandidos que irrumpieron en su casa para matarlo y después de que hubieron saqueado sus graneros, incendiaron lo que quedaba y en cuanto a las propiedades, es decir a las tierras que se salvaron de los ladrones, sus herederos se las disputaron entre ellos.
Dice el Maestro: este hombre habría acumulado tesoros en la tierra para sí mismo, pero no era rico para con Dios. Cuando hubo terminado su relato, otro hombre se levantó y le preguntó: Maestro, se que tus apóstoles han vendido todas sus posesiones terrenales, para seguirte y que tienen todas las cosas en común como hacen los esenios, pero quieres que todos nosotros, que somos tus discípulos, hagamos lo mismo? Es pecado poseer una fortuna honesta? Dios Padre no exige ese tipo de cosas a los discípulos, pero sí a sus verdaderos apóstoles les exigió ese tipo de cosas, ellos vendieron todo para seguirlo y se dedicaron realmente al servicio, porque nadie puede servir a dos amos y en respuesta a la pregunta que le hace este hombre, Jesús respondió: amigo mío, no es un pecado tener una fortuna honorable, pero sí es un pecado, convertir la riqueza de las posesiones materiales, en unos tesoros que pueden absorber tus intereses y desviar tu afecto de la devoción de los asuntos espirituales del reino.
Hay muchas personas, que cuando se les invita a una conferencia como estas, dicen que tienen que trabajar, que tienen que hacer una cosa y otra, por eso las conferencias se hacen por radio, para que una persona solamente prenda su celular, se ponga audífonos y escuche su conferencia esté donde esté, no tiene que ir a una iglesia, nosotros no somos una iglesia, somos una familia y la radio es muy importante dentro de esta familia; si ustedes sacan el tiempo para escuchar el tema, viviendo una vida de verdad ejemplar en el sentido espiritual, dedicados, eso es algo que les nace del corazón y no que estén en una iglesia donde no pueden hacer nada, donde todo el mundo está rígido, mostrando que son santos, pero aquí es algo personal.
No hay ningún pecado en tener posesiones honorables en la tierra, con tal que tu tesoro esté en el cielo, porque allí donde esté tu tesoro, también estará tu corazón y Jesús por eso dice: amad al señor tu Dios, con toda tu mente, con todo tu alma y con todo tu corazón.
Existe una gran diferencia entre la riqueza que conduce a la avaricia y al egoísmo, (que es lo que hace todo el mundo fuera y que no sucede en el Gobierno de Dios) y la riqueza que tienen y reparten con espíritus de administradores, aquellos que poseen una abundancia de bienes en este mundo y que contribuyen tan generosamente a sostener a quienes dedican todas sus energías a la obra del reino. Dice allí: muchos de vosotros que estáis aquí presentes y sin dinero, recibid la comida y el alojamiento, en esa ciudad de tiendas que unos hombres y mujeres generosos, con medios económicos, han entregado sus fondos para esa finalidad a vuestro anfitrión, David Zebedeo.
DOCUMENTO 165 (1822.1) “Pero no olvidéis nunca que, después de todo, la riqueza no es duradera. Con demasiada frecuencia, el amor a las riquezas oscurece la visión espiritual, e incluso la destruye. No dejéis de reconocer el peligro de que el dinero ése convierta en vuestro dueño, en lugar de ser vuestro servidor”.
El dinero como no es algo eterno, no es algo que viene de allá sino algo que es hecho acá y que es una invención de cierta manera, porque el hombre no necesita dinero, en el Gobierno de Dios el hombre no necesita dinero, necesita los recursos del planeta, necesita comida, agua, vestido, vivienda honorable, modesta, que cumpla con todas las cosas que necesita una familia.
¿Imaginen que ustedes llegan a una isla y llevan muchísimo dinero, de qué le sirve el dinero en la isla? No le sirve de nada, pero vamos a imaginar, que ustedes llegan a la isla con mucha comida y con agua potable, eso es más importante que el dinero en esa isla, entonces ahí nos muestra la naturaleza, que no es dinero lo que necesita el hombre, necesita los recursos del planeta, lo que Dios Padre le dio, entonces por eso dice aquí Jesús: pero no olvidéis nunca, que después de todo la riqueza no es duradera.
Conozco el caso de un amigo que estaba ganando mensualmente entre 300 a 400 millones de pesos colombianos, y al poco tiempo se quedó sin nada, lo perdió todo, y si eso es así, por qué no aprovechó entonces para hacer cosas importantes, para haber hecho esos tesoros para el reino de Dios, por qué no entendió que la riqueza, si la tuvo, es para hacer cosas grandes al servicio de Dios Padre y de su reino.
El amor a las riquezas oscurece la visión espiritual e incluso la destruye; hay mucha gente que dice: para mí Dios es el dinero y hay otras personas más ignorantes, que dicen que Dios no existe, pero sí existe el diablo, satanás, son personas un poco desquiciadas.
No dejéis de reconocer el peligro de que el dinero se convierta en vuestro dueño, en lugar de ser vuestro servidor.
Dios Padre pide que le amemos con todo el corazón, porque sabe que es la única forma de amar verdaderamente; si somos trabajadores regulares, no al 100% de nuestras capacidades, somos malos trabajadores, y así siendo creados por Dios, pecamos por diseño, porque Dios Padre nos diseñó para algo grande. Si tu sabes hacer lo bueno y no lo haces, entonces estás pecando, estás haciendo las cosas de forma incorrecta, por eso si estás trabajando, se el mejor trabajador posible, has lo mejor, no lo hagas por ganar dinero, sino porque tu obra tiene que ser la mejor y esa es una forma de servir. Hemos podido darnos cuenta, que compañeros de trabajo cuando están cerca del jefe, son muy juiciosos y trabajadores, pero cuando el jefe no está, entonces no les interesa hacer las cosas, porque están buscando el dinero y no la labor, entonces dicen: para lo que me está pagando, qué le voy a trabajar bien; no, hay que hacer las cosas, hay que entender que nosotros estamos haciendo una experiencia y esa experiencia es muy importante.
Cuanto más se aleja el hombre de Dios al portarse de esa manera, más cerca se aproxima a la no realidad y al cese de la existencia, porque Dios Padre te hizo realmente para servir. Cuando el hombre consagra su voluntad a hacer la voluntad del Padre, cuando el hombre da a Dios todo lo que tiene, entonces Dios hace que ese hombre sea más de lo que es. Doy lo mejor cuando doy todo lo que puedo dar en esta tierra, y en cualquier circunstancia y en cualquier labor.
Todas las cosas que se hacen tienen que ser acordes con el tiempo, es decir, solemos decir que incumplir no es nada, pero en verdad todo esto muestra la inmadurez y la falta de amor; no somos personas correctas desde un sentido espiritual, cuando hacemos las cosas de esa manera; Dios Padre cumple lo que promete, cuando prometemos algo debemos cumplirlo y todo lo que el maneja lo maneja de acuerdo al tiempo, ni un minuto más ni uno menos, ni un segundo, ni una milésima de segundo más ni uno menos, todo a su tiempo; Dios Padre cumple todo lo que promete, qué pasa que nosotros no cumplimos, desde ahí estamos mostrando, que nos falta amor y nos falta madurez.
No hemos entendido en qué consiste la vida espiritual, imagínense ustedes presentándose al trabajo cuatro horas más tarde, cuando alguno es impuntual para con otro, está enviando el mensaje de que no considera valioso reunirse con cierta persona y por ende no aprecia a esa persona, no le interesa. Por qué no recibimos lo mejor? Porque no damos lo mejor. No recibimos lo mejor, a menos que veamos la puntualidad como santidad, la puntualidad es santidad, porque Dios Padre es puntual en todo lo que hace. Si quieres recibir lo mejor, busca el mejor momento, para dar de ti lo mejor de ti y se puntual.
Otro punto por el que también pecamos es que cuando nosotros sabemos algo, debemos compartirlo, porque fuimos hechos para compartir, pero qué decimos? Eso ya lo sabía, pero no fuimos valientes en decirle a esa persona algo a tiempo, para que no pasara. Simplemente decimos: eso ya lo sabía.
Todo lo que hemos ganado por experiencia no es para nosotros sino, para los otros. Si nosotros vamos por un camino y nos deslizamos y nos caímos, esa caída no es para nosotros, es simplemente enseñándonos, que cuando haya otra persona allí, puede de pronto fracturarse o cualquier otra cosa le puede pasar y ahí es donde nosotros debemos hacer esa labor, explicarle a esa otra persona, que no puede ir por allí. Dios Padre ha hecho las cosas así; nosotros como hijos de Dios con esa base bonita espiritual, con esa comprensión divina, entonces utilizamos todo este tipo de experiencias, para beneficiar a los demás, no a nosotros; incluso el ganar dinero o adquirir propiedades, posesiones, no es para guardarlas sino para crecer en la vida espiritual haciendo cosas con ello, las cosas materiales y temporales, deben estar subordinadas al bienestar del alma y al progreso de la naturaleza espiritual en el reino de los cielos.
La iglesia que Jesús está construyendo, no lo está haciendo a base de ladrillos, es fácil construir una iglesia a base de ladrillos, es fácil construir una familia, pero no esa familia divina la cual el Padre Creador quiere hacer. La iglesia que el Padre Creador está creando es sobre estos cimientos que no se ven, no se construyen con ladrillos ni con hormigón, ni metales, no, se construye con este tipo de principios, con este tipo de cimientos y Jesús dijo: sobre esta base construiré mi iglesia y realmente es así, es algo invisible, pero que realmente está allí. Una familia no la construye una casa, una familia se compone de columnas, y esa columna es papá y esa columna es mamá; el Gobierno de Dios también tiene unas columnas y esas columnas así no las veamos están allí y están formando toda esta estructura espiritual, ese es el reino de Dios y ese es el Gobierno de Dios, una estructura espiritual, que está formada por personas, pero hay personas que aún no son columnas, son personas que aún están dudando, son personas que tienen conflictos, son personas que aún todavía no entiende de qué se trata todo esto; como hijos de Dios tenemos que entender que nadie avanza hacia lo mejor simulando, si no estamos preparados no podemos llegar a lo mejor, no podemos simular.
(Mateo 23:4-5) “Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistas por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos”.
Estos supuestos maestros daban limosna para ser vistos por los hombres, decían muchas cosas, pero no hacían ninguna; el mismo Padre Creador condenó esta forma de actuar de estas personas, que solo simulaba y si él la condenó en esa época, no crean que no la va a condenar en esta época. Hay otros que se creen muy santos a sus ojos, eso es una forma de simulación, ya que su vida está atada al mundo, todos sus propósitos y todas sus metas giran alrededor del mundo, pero no en torno a Dios, pero es claro que no hay mucho impulso al darnos con nuestra propia mano una palmada en la espalda, el decir que somos eso y somos lo otro, pero que Dios no lo aprueba, no estamos haciendo nada. Jesús nos dijo: recordad que os he enseñado, que aquel que quiera ser el más grande entre vosotros, debe convertirse en el servidor de todos, si os atrevéis a exaltaros delante de Dios, sin duda seréis humillados, pero aquel que se humille sinceramente, será exaltado con toda seguridad.
Someted inteligentemente vuestra propia voluntad a la voluntad de Dios que está en los cielos y en vuestra vida diaria, no busquéis vuestra propia glorificación, sino la gloria de Dios, que todos nuestros actos tengan que ver cada vez más con glorificar a Dios Padre, guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos de ellos, de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando deis limosna, no hagáis tocar trompeta delante de ti como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres, de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
DOCUMENTO 140 (1577.5) “Cuando Jesús oyó esto dijo: estad entonces dispuestos a asumir vuestras responsabilidades y a seguirme. Haced vuestras buenas acciones en secreto; cuando deis una limosna, que la mano izquierda no sepa lo que hace la mano derecha. Cuando oréis, hacedlo a solas y no utilicéis vanas repeticiones y no digas cosas sin sentido”.
Recordad siempre que el Padre sabe lo que necesitáis incluso antes de que se lo pidas. Y no os pongáis a ayunar con un aspecto triste para que os vean los hombres. Como mis apóstoles elegidos, reservados ahora para el servicio del reino, no acumuléis tesoros en la tierra, sino que, mediante vuestro servicio desinteresado, guardad tesoros en el cielo, porque allí donde están vuestros tesoros, también estará vuestro corazón”.
Si decimos que somos hijos de Dios y no hacemos lo que nuestro Padre dice, pues no somos hijos de Dios, eso es mentira, estamos solo leyendo las cartas de alguien, pero no somos parte de ese alguien. Cuando deis una limosna, que la mano izquierda no sepa lo que hace la mano derecha; cuando oréis, hacedlo a solas y no utilicéis vanas repeticiones y no digas cosas sin sentido y eso vemos que hacen mucho los religiosos, solamente lo dicen, porque el pastor lo dice y se repite; solamente escuchen a un religioso y verán que el le va a dar una retahíla de palabras que no dicen nada, pero que se las saben de memoria y piensan que por eso Dios Padre les hace caso. En cuanto al ayuno, no quiere decir que hay que hacerlo, pero si lo quieren hacer, lo pueden hacer, pero no hagan ese tipo de cosas, para que todo el mundo diga que sí son buenos, que como ayunan son santos.
Es importante notar que el Padre Creador dijo: como mis apóstoles elegidos, no los discípulos. Cada uno tiene una labor, pero qué lindo que todos pudieran llegar a servir de verdad de corazón a Dios Padre.
La lámpara es el ojo del cuerpo, por lo tanto si vuestro ojo es generoso, todo vuestro cuerpo estará lleno de luz, pero si vuestro ojo es egoísta, todo vuestro cuerpo estará lleno de tinieblas; hay personas que son egoístas, si ve que el alguien prospera o hace algo, el otro está siendo egoísta.
Si la luz misma que está en vosotros, se convierte en tinieblas, cuan profundas serán esas tinieblas, no recibimos lo mejor, a no ser que nuestra actitud al dar sea la mejor. El maestro nos hace una cantidad de recomendaciones, de cómo hacer las cosas y también nos dijo que debemos revisar los motivos de por qué lo hacemos.
Dar amor fingido es como regalar dinero falso, no tiene sentido. Conozco muchos amigos, muchas familias, muchas parejas, que dan amor fingido y no tiene sentido ese tipo de cosas; estamos hablando de dar lo mejor y cómo podemos decir que vamos a dar lo mejor si estamos fingiendo algo? Cuando lo dado es apariencia, se recibe apariencia, no esperes frutos nunca en la vida, si sembraste semillas de plástico aunque hayas buscado el mejor terreno, no esperes frutos porque son semillas de plástico, así no va a funcionar. Doy lo mejor cuando doy lo auténtico, lo que procede de Dios Padre, hagas lo que hagas, siempre haz las cosas a la manera del jefe, y llegarás a ser el jefe, pero si haces las cosas de otra manera, llegarás a ser esa otra forma; la soberbia, la rabia, etc, se pueden mas bien canalizar de la mejor manera, para hacer las cosas mejor cada vez más.
(1Timoteo 6:2) “Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio. Esto enseña y exhorta”.
La familiaridad es un gran problema para no servir con excelencia. Cómo es posible que la familiaridad no me lleve a servir mejor, sino que me lleve a servir peor, a hablar peor, a ser lo mas malo que pueda hacer, porque es familia, por eso dice Pablo y tenía la razón en esto: y los que tienen amos creyentes no los tengan en menos por ser hermanos sino sírvanles mejor por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio, esto enseña y exhorta, dice Pablo, pero todo es lo contrario, aprovechan malamente la familiaridad, mirándola como ventaja para aprovecharse de esa persona, para tratarlo mal y hacer lo que no conviene, cuando en realidad la familiaridad significa mayor compromiso y eso es una muestra de que si nosotros somos hijos de Dios y pertenecemos a la familia universal, tenemos un mayor compromiso, pero desde ya lo estamos mostrando en esta tierra, que si somos familia nos portamos peor, tratamos a la gente de nuestra familia, de la peor manera; ¿qué le estamos mostrando a Dios Padre? Que no somos apropiados para ser parte de una familia y que si tratamos a esta pequeña familia mal, pues lo haremos también allá, por eso de verdad Dios Padre no deja pasar a nadie a los cielos, que no haya logrado todos estos frutos o todos estos niveles; hasta que no se logren estas cosas que son importantes, no puedes llegar a los cielos, doy lo mejor cuando doy lo mejor a mi familia.