DIOS ES AMOR

marzo 6, 2022
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marzo 6, 2022 admin

DIOS ES AMOR

Maestro José

En la humanidad hay una idea no acertada y generalizada de acercarse a DIOS. Al despertar en el hombre la inquietud de acercarse a DIOS hay que tener en cuenta la realidad antes revelada ¡DIOS ES AMOR!
En estas palabras sencillas encontramos la clave que si DIOS ES AMOR debemos acercarnos a ÉL a través del AMOR. De ahí la invitación que nos hace Jesús de amarnos los unos a los otros como a nosotros mismos y todo el tiempo nos están instando a amar.
¿Cómo podemos seguir a DIOS si no conocemos? Pero me están dando un punto de apoyo muy importante que es el AMOR. Desde un punto de vista religioso la espiritualidad o llegar a DIOS consiste en la carencia de problemas económicos, un seguro que evita los problemas, y la seguridad de una vida saludable, plena y además hermoso desde el punto de vista físico. Esto es lo que la religión ha enseñado y dentro de tales comodidades no puede faltar la “Felicidad”.
La vida espiritual no tiene nada que ver con tales cosas ya que sería favoritismo de parte de DIOS hacia sus hijos. DIOS PADRE no tiene favoritismo para ninguno de sus hijos. La idea que nos motiva e impulsa a la creación de esta emisora y con ella llegar a todo el mundo con un mensaje nuevo de cómo es y de qué trata la vida espiritual, es una devoción desinteresada que nos alienta a llevar a ustedes a la comodidad de sus hogares las realidades y enseñanzas de la vida espiritual. Debido a tanto concepto malintencionado acerca de la vida espiritual nos vemos inspirados y movidos por las corrientes del amor para realizar esta labor de compartir nuestra experiencia con cada oyente o lector que logre tener en sus manos los contenidos de esta conferencia. Nos satisface la alegría y tranquilidad que genera este servicio amoroso de que nuestras enseñanzas logren llegar a todas partes.

En el Doc.100:3.1 (1096.6) libro de urantia dice: “La religión no es una técnica para conseguir una paz mental estática y feliz; es un impulso destinado a organizar el alma para un servicio dinámico. Es el reclutamiento de la totalidad del yo para el servicio leal de amar a Dios y servir a los hombres”.

El hombre religioso admira la grandeza de DIOS orientándola hacia la parte física como salud, bienestar, economía etc. Eso puede estar bien, pero hay que tener en cuenta la otra parte; esa parte espiritual que es la que DIOS PADRE está formando. Es verdad que Dios se preocupa por nuestro bienestar, pero estas cosas mayormente recaen sobre nuestra propia responsabilidad.
Un interés totalitario y constante por las comodidades físicas es exactamente lo que hemos heredado o lo que nos han enseñado aquellas personalidades rebeldes. La insistencia en esta parte puramente material es el resultado de las enseñanzas de las personalidades rebeldes y estas enseñanzas malintencionadas ocupa la mente de casi toda la humanidad. Queremos quitar de la mente humana la idea errada de que Dios Padre premia a nivel físico, que el acercamiento a él o que las consecuencias de acercarse a Dios culminan en abundancia económica o un bienestar saludable puramente material.
La vida espiritual es aceptar la capacitación para un servicio amoroso con la humanidad, tiene que ver con el servir. La medida del crecimiento espiritual lo podemos reflejar en la medida en que se está sirviendo. Pero dicho servicio debe estar apoyado sobre las bases del Amor. Dios Es Amor. La filosofía, el intelecto o logros académicos no son los medios con los cuales podemos abordar a Dios. No existe otra manera de interactuar con Dios que no sea a través del amor. Solo una persona que haya tenido un contacto con el amor es impulsada a organizar su alma para un servicio dinámico.
También me revela que es un reclutamiento de la totalidad del yo, o sea la totalidad de mi ser para el servicio leal de amar a Dios y servir a los hombres. El amor hacia nuestro Padre nos impulsa a servir, servir al propósito de Dios y compartir nuestras experiencias amorosas a través de esta fundación.
También debemos tener en cuenta la errada interpretación que tenemos del amor. Como hijos de Dios es bueno entender que cuando venimos a este mundo se nos dota de unas características muy importantes. La ternura infantil o de un recién nacido ya sea animal o humano despierta una sensibilidad, un sentir inexplicable. De esta manera nacemos completos para empezar una vida conectada inherentemente al amor. Desde nuestro nacimiento la dote o habilidad de conectarnos al amor es inherente. De niños nuestra creatividad e imaginación era consecuente a la libertad inherente del Amor que nos conectaba con un mundo de abundante riqueza, de magia, de divinidad, un mundo milagroso y muchas cosas bellas que hoy son solo contrastes con el mundo al cual nos conectamos.
¿Qué pasó? ¿Por qué este cambio tan repentino a medida que vamos llegando a cierta edad? ¿Por qué desaparecieron todas estas características divinas? Resultado de ello son las consecuencias del estado de rebelión de nuestro mundo, nuestro planeta.
Todas estas dotes divinas se fueron ensombreciendo debido a la rebeldía de este mundo y de quienes lo habitan. Incluso nuestra familia de una u otra manera contribuyeron al desatino de una crianza adecuada, y una educación desde un estado generalmente rebelde.
Aún no tenemos una claridad interpretativa acerca de la rebelión de lucifer. Solo pensamos que este ser vino, se rebeló y allí paró todo. Está claro que carecemos de significado acerca de la rebelión de lucifer. Dicha rebelión es el desamor; es precisamente la falta de amor y queremos mostrarles con estas conferencias que nosotros de alguna manera estamos recorriendo los caminos del desamor.
El problema radica en que nos han concentrado, nos han educado, nos han guiado, nos han enseñado a pensar de una manera antinatural contraria al Amor. Estas dotes inherentes que Dios Padre nos otorga al nacer son totalmente adecuadas para realizar los propósitos ideales divinos; este diseño desde este punto de vista de Dios es el significado del contenido divino que un niño contrae al nacer. A ellos no les falta nada, naturalmente vienen completos conforme a los propósitos de Dios Padre.
La religión insiste en mal decir, en mal enseñar, que el hombre debe preocuparse por cosas puramente materiales, puramente corporales contrario a lo que enseño Jesús cuando dijo: ¡carne y sangre no heredarán el Reino De Dios!
Al nosotros adoptar esta pésima idea, esta pésima filosofía de la vida que estas personalidades rebeldes nos enseñaron a través de esta pésima religión y educación empezamos a perder todas aquellas dotes bellas y divinas.
A través de aquellas pésimas enseñanzas se piensa que el mundo está en contradicción, que la competencia, la lucha, los recursos finitos, la limitación, la maldad, la culpa, la muerte, la escasez, la pérdida, la desgracia que todas estas cosas hacen parte de la vida. Nos enseñaron a valorar los recursos finitos por encima de los recursos infinitos, a conocer todas estas cosas y a formarlas en nuestro propio ser y de esta manera empezamos una lucha contra todas estas proyecciones.
En resumen, todas estas personas incluyendo a nuestros padres nos programaron erróneamente y sin sentido y de esta manera actuamos en forma contraria, antinatural a las propuestas divinas de Dios Padre. Nos enseñaron que cualquier concepto, comportamiento o esfuerzo era más importante que el Amor, era más importante que buscar a Dios. El ser humano no puede aprender a ser bueno, el ser bueno es el resultado del amor. Nadie puede ser bueno sin amor.
Recordemos que cuando se inició la rebelión estos seres rebeldes atacaron las enseñanzas que se daban en las escuelas cambiando la filosofía e imponiendo lo que estamos viviendo hoy día. Nos enseñaron que estábamos separados de los demás, que los demás son obstáculos, personas desagradables con las cuales deberíamos competir ya que eran la causa de nuestro fracaso o falta de triunfo. Nos enseñaron su punto de vista y su manera de ver el mundo, cosas totalmente contrarias e ilusorias carentes de realidad y basadas en el desamor. Dios Padre es Amor y nos dio un recipiente hecho para amar, hecho para desarrollar aquellas cosas divinas.
La rebelión de lucifer creó en nosotros un miedo generalizado y no es a través de apariciones aterradoras o extrañas, lo hace a través de nuestra familia, nuestros amigos, nuestros hermanos que nos guían sin poder ver que ellos están ciegos y errados deambulando por este camino tóxico e ilusorio del desamor. Jesús dijo que un ciego no podía guiar a otro ciego y esta es la figura que hoy vemos en el mundo; un ciego guiando a otro.
La vida espiritual consiste en renunciar al miedo y la aceptación del amor en el corazón. Así comienza el viaje espiritual.
El amor es el hecho existencial-esencial de toda la creación que nosotros podemos captar. El hombre no puede captar a Dios a través de la forma física. Solo podemos vivir a Dios, experimentar a Dios por medio de lo que es él. Dios Es Amor.
Al entender esto podemos empezar a vivir esto; la vivencia del amor, la conciencia del amor en nosotros y en los demás es el verdadero sentido de la vida. El significado real no está en las cosas; está en nosotros. ¿pero cómo podemos tener ese sentido si nos falta Dios que es amor?

En el Doc. 100:3.4 (1097.1) “El significado es algo que la experiencia añade al valor; es la conciencia apreciativa de los valores. Un placer aislado y puramente egoísta puede connotar una verdadera desvalorización de los significados, un disfrute sin sentido que linda con el mal relativo. Los valores son experienciales cuando las realidades son significativas y están mentalmente asociadas, cuando tales relaciones son reconocidas y apreciadas por la mente”.
Doc. 100:3.5 (1097.2) “Los valores nunca pueden ser estáticos; la realidad significa cambio, crecimiento. El cambio sin crecimiento, sin expansión de los significados y sin exaltación de los valores, no tiene ningún valor — es un mal potencial. Cuanto mayor sea la calidad de la adaptación cósmica, más significado posee una experiencia cualquiera. Los valores no son ilusiones conceptuales; son reales, pero siempre dependen del hecho de las relaciones. Los valores son siempre tanto actuales como potenciales — no representan lo que era, sino lo que es y lo que será”.

Cuando no tenemos idea de que significan los valores de la vida, cuando asignamos valor a las cosas, no es Amor. Cuando le damos un significado de amor a las cosas obviamente no es amor. Le atribuimos amor a ciertas cosas como: yo amo el dinero, amo mi coche, amo mi casa etc. Le estamos dando supuestamente amor a algo que no nos puede amar, se está dando amor a algo que se nos va a devolver. El amor solo se relaciona con el amor, no podemos relacionarlo con algo que no es amor. Si se hubiera entendido desde un comienzo cuando Jesús dijo: “amaos los unos a los otros”, sería fácil hacer el bien a aquellos que nos hacen mal. Las cosas materiales carecen de significado, no es que sean malas sencillamente no son nada. La verdadera causa que nos trajo aquí es para crear junto con Dios por medio del amor, hemos venido aquí para recrear este mundo por medio del amor. Extendiendo el amor siendo esta la base que él nos dio a todas las personas y donde estemos.

¿Cómo podemos extender a Dios? A través de Él mismo o sea a través del amor. Cualquier otro propósito contrario al propósito de Dios Padre, es contrario al amor; y si persistimos en otro propósito contrario a este entonces el sufrimiento será inevitable. Es como si estuviéramos perdidos en un universo paralelo donde se ama más a las cosas que a las personas. La percepción de los sentidos físicos es sobrevalorada mientras que subvaloramos la percepción del corazón aun sintiendo que es verdad.

Al amor no se le puede percibir con los sentidos físicos, no se le puede ver con los ojos ni oír con los oídos. La percepción del amor requiere otra forma de visión completamente diferente, exige otra forma de ser y de pensar.
Los cinco sentidos que conocemos solo nos sirven en un estado animal y sabemos con certeza que un animal no va a Dios y que carece de capacidad creadora para hacer un alma; pero nos han mal dicho que eso es todo lo que hay; la rebelión de lucifer nos ha enseñado que la cura de las enfermedades y el pertenecer a una religión es suficiente. Dios Padre hace las cosas que el hombre no puede hacer. El amor es el conocimiento intuitivo de nuestro corazón. El corazón no tiene oídos, no tiene ojos, sin embargo, podemos sentir el amor a través del corazón. Las vibraciones del amor las podemos sentir a través de nuestros intestinos o lo hemos visto a través de nuestra piel, pero no a través de los ojos.
El amor es el conocimiento intuitivo del corazón, es un mundo transcendente anhelado internamente a nivel generalizado; todos anhelamos el Amor ya que para eso hemos venido. Los recuerdos inherentes de ese Amor nos persiguen constantemente; recuerdos que provienen de esa fuente del Amor insistente que nos invita regresar a ese origen divino que no es material.
Nuestra percepción debe ser de otra manera ya que el Amor es Dios y, si Dios es Amor ¿Qué tipo de energía será este Amor? Este amor podemos practicarlo, podemos vivirlo de una manera inexplicablemente extraña que mejora cualquier condición y transforma a cualquier persona. Cuando el campo de actividad de una persona es el amor todo lo hace bien, desde el amor todo funciona ya que esta energía soñadora, creadora y vivificante proviene del paraíso con la sugerencia reconfortante que todo es posible con las dadivas de lo eterno.
El Amor es tan grande, es algo tan enorme que anula toda posibilidad de valor material; el amor no se puede comprar ni la sexualidad tiene relación alguna con el amor. Las relaciones sexuales no garantizan el amor ya que es un contacto físico, pero a pesar de ello puede expresarse y darle un mejor sentido al mundo físico y a cualquier situación que nos rodea. La experiencia resultante del amor es la belleza, la bondad, la verdad, la entrega, el perdón, la compasión, la paz, el júbilo, la aceptación, la negativa a juzgar, la unión, la intimidad, la justicia y mucho más porque es Dios actuando desde el Amor.

Contrario al amor es el miedo a causa del desamor y ese es el resultado de las enseñanzas de lucifer; eso fue lo que nos enseñaron y al enseñarnos el miedo nos sacaron del Amor. El desamor fue el resultado de la rebelión que se originó en lucifer. La rebelión es un mundo de prisión infernal creado en bases del miedo personal y colectivo dentro y fuera de nosotros testificando falsamente el significado del amor. La cólera, los malos tratos, la enfermedad, el dolor, la codicia, la ansiedad, el egoísmo, la obsesión, la corrupción, la violencia, la guerra, el poder y otras muchas formas son expresiones del miedo que dan testimonio del desamor.

El amor está dentro de nosotros y se expresa de manera diferente; está dentro de nosotros el Ajustador Del Pensamiento y es asequible para nosotros cuando nacemos del Espíritu; recordemos que El Amor es un fruto del Espíritu.
Lucifer a través de sus maestros aparentemente sabios nos condujeron a un mundo sin sentido, sin sabor, un mundo simple, insípido y sin fuerzas haciéndonos creer que de esto se trataba el amor. El Amor es todo lo contrario. Dios Padre te derriba esa casa y te dice ¡esa casa no sirve hay que construir otra nueva y organizar las cosas de una manera diferente!; te coloca en el punto correcto. Nos han enseñado que el amor es sinónimo de debilidad y que aquel que ama está expuesto a que hagan con él lo que quieran, en el mundo de lucifer y Caligastia no se puede ser amoroso porque supuestamente esto representa el final. El Amor no funciona de esa manera; el amor no es debilidad. Dios Padre no es débil.

Doc. 34:6.13 (381.7) “La conciencia de la dominación de una vida humana por el espíritu pronto es acompañada por una manifestación creciente de las características del Espíritu en las reacciones vitales de ese mortal conducido por el espíritu, «porque los frutos del espíritu son el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza». Aunque estos mortales guiados por el espíritu y divinamente iluminados caminan todavía por los humildes senderos del trabajo agotador y cumplen con fidelidad humana los deberes de sus tareas terrenales, ya han empezado a discernir las luces de la vida eterna que brillan en las orillas lejanas de otro mundo; ya han empezado a comprender la realidad de esta verdad inspiradora y reconfortante: «El reino de Dios no es comida ni bebida, sino rectitud, paz y alegría en el Espíritu Santo». A lo largo de cada prueba y en presencia de cada dificultad, las almas nacidas del espíritu están sostenidas por esa esperanza que trasciende todo temor, porque el amor de Dios se derrama en todos los corazones a través de la presencia del Espíritu divino”. Al mirar la historia de Nicodemo recordemos que era un gran sacerdote, un gran religioso, un buen lector de la biblia, un maestro de la ley que enseñaba; pero no había nacido del espíritu por lo cual no podía vivir ni experimentar a Dios, no podía vivir desde el Amor ni vivir a Dios. Es imposible cuando no se nace del Espíritu, sin embargo, predicaba sobre Dios sin que el amor formará parte de este hombre ,llamado Nicodemo.

Doc.142:6.7 (1602.6)“Y Nicodemo dijo: «Pero ¿cómo puedo empezar a captar ese espíritu que ha de rehacerme como preparación para entrar en el reino?» Jesús respondió: «El espíritu del Padre que está en los cielos ya reside dentro de ti. Si quieres dejarte conducir por este espíritu que viene de arriba, muy pronto empezarás a ver con los ojos del espíritu; a continuación, si escoges de todo corazón seguir la orientación del espíritu, nacerás del espíritu, porque el único propósito de tu vida será hacer la voluntad de tu Padre que está en los cielos. Al encontrarte así, nacido del espíritu y feliz en el reino de Dios, empezarás a producir en tu vida diaria los frutos abundantes del espíritu”.
El mundo que vivimos cuando niños aún sigue en nuestra mente aunque sepultado por aquellas personas que supuestamente nos aman y aquellos que nos dieron una enseñanza supuestamente sabia; ese yo infantil yace intacto en lo más profundo de nuestro ser, por algo Jesús decía que teníamos que ser como niños si queríamos entrar en el Reino. Esos valores, ese sentir de niños ese ser de niños es lo que verdaderamente somos y lo que es real no desaparece jamás.

La verdad jamás deja de ser, aunque no estemos mirándola; así ha sido y seguirá siendo de esa manera. Este mundo con su forma absurda de religión nos metió en una oscuridad cada vez más profunda a medida que seguimos recorriéndola. Ese penoso y largo viaje te va adentrando cada vez más a esa oscuridad con la ilusión que haciendo ciertas cosas repentinamente te liberara de ella. Lo que sucedió con mi generación uniendo más de cuatro mil años aquí desde la época de Jesús hasta unos dos mil años adelante fue que nunca nacimos de nuevo y si lo hicimos no crecimos. Aun teniendo religión como Nicodemo no podíamos vivir a Dios, no podíamos experimentarlo, no podíamos actuar desde Dios, es decir no podíamos actuar desde El amor o desde Dios que es amor.
El problema no es la apatía o el materialismo el problema es el miedo. Todo el tiempo estamos con miedo, nos sentimos aterrados y con el engaño de sí mismos que tenemos todo lo que se necesita educación, talento, presencia y la capacidad excesiva para sortear este mundo, aunque dentro de tu ser haya una parálisis, un miedo que te obliga a buscar refugio en otras cosas ajenas a la necesidad de nacer del espíritu; nacer de nuevo.
El miedo es la ausencia de amor, un miedo que no sabemos porque ni para que. Miedo a que nuestra relación no sea la que necesitamos o que, si lo sea, miedo de gustar a los demás o de no gustarles, un miedo al fracaso, pero también al éxito, miedo de morir joven al igual que miedo a la vejez. ¡Es una locura, un miedo aterrador que nos metieron estas personalidades rebeldes! Se le tiene más miedo a la vida que a la muerte es un sentimiento de vergüenza hacia nosotros mismos porque pensamos que podríamos ser mejores, porque no hemos logrado lo que hemos querido, porque estoy criando hijos después de haber estudiado tanto, porque no ejerzo la profesión que con tanto sacrificio me gradué… un miedo por todo.
Creemos que los demás no sienten miedo y eso nos asusta aún más. Todo ser humano tiene miedo porque ese es el trabajo que hace lucifer y Caligastia y aun la religión lo sigue haciendo.
En esta época está de moda culpar a los padres de nuestras supuestas deficiencias, ser crueles, recriminarnos y odiarnos a nosotros mismos como resultado del desamor; no estamos actuando desde el amor. Nuestro mundo se ha mesclado con un mundo cruel de auto aborrecimiento desmedido, disimulado y despiadado con nosotros mismos y buscamos una salida. De repente nos damos cuenta que nosotros somos el problema. Nos damos cuenta y no sabemos qué hacer con este descubrimiento simplemente seguimos el rumbo como siguiendo una caravana, carecemos de poder para dar otra dirección a nuestro rumbo, no podemos refrenarnos debido a la carencia de control y de voluntad al no actuar desde Dios ni desde el amor.
Todo lo saboteamos, todo lo tiramos; abortamos nuestra carrera, nuestras relaciones e incluso nuestros hijos, nos emborrachamos, nos drogamos, controlamos, nos obsesionamos, comemos en exceso, nos escondemos, atacamos, dependemos de los demás y buscamos la manera de odiarnos aún más ¡que locura! Ignoramos que este desgaste de energía tiene que ir a alguna parte porque el control sobre la materia tiene poder y al dirigirlo hacia dentro se convierte en infiernos personales de adicciones, obsesiones, compulsiones, depresión, violencia, enfermedades producto de la mente y eso se proyecta hacia afuera generando infiernos colectivos como la guerra, el crimen, la opresión, la corrupción etc…
El caso es que no hemos nacido del Espíritu, no hemos nacido de nuevo, no estamos actuando desde Dios que es amor.
De corazón les digo que el infierno también tiene muchas mansiones. ¡yo lo se!
Todo ese cambio que estamos buscando lo llevamos dentro. ¡es muy sencillo!
Todas las cosas que vivimos, los altibajos normales forman parte de la experiencia humana cuando se actúa desde Dios. No podemos cambiar lo de fuera, no podemos hacer que los árboles sean más pequeños para no tropezar. Lo que podemos cambiar es nuestra manera de percibir las cosas.

Jesús dice algo muy importante: “que podemos construir la casa sobre la arena o sobre la roca; si la edificamos sobre la arena los vientos y la lluvia la van a derrumbar, si la construimos sobre la roca nuestra casa será fuerte y las tormentas no podrán destruirla”.

Les digo de corazón que nuestra casa es nuestra estabilidad emocional; si la levantamos sobre la arena significa que nuestra sensación de bienestar se basa en las cosas pasajeras, en estados de ánimos fugases entonces viene una tormenta y nuestro hogar se nos viene abajo.
Si la casa está construida sobre la roca significa que no somos tan vulnerables a los dramas de la vida, somos diferentes porque estamos actuando desde Dios; nuestra estabilidad descansa sobre algo más perdurable, sobre algo más grande que los simples acontecimientos del momento, sobre algo más fuerte, sólido y permanente. Cuando nuestra casa esta edificada sobre la roca significa que confiamos en Dios.
Hoy caemos en cuenta que confiar en Dios es confiar en el amor. Han escuchado decir que Dios es Amor, pero jamás han comprendido su significado. Dios es el Amor dentro de nosotros e ir en post de él, es pensar con amor y eso depende totalmente de nosotros no de los demás.
Cuando permitimos que nuestra mente se edifique con Dios la vida es maravillosa, cuando nos apartamos del amor comienza el dolor. Cuando pensamos con Dios la vida se encuentra dentro de la dimensión de la paz. Cuando pensamos sin él, la vida está llena de dolor y es la opción mental que tomamos en cada día y en cada momento.

Documento 2:5.1 (38.6) “«Dios es amor»; por eso su única actitud personal hacia los asuntos del universo es siempre una reacción de afecto divino. El Padre nos ama lo suficiente como para concedernos su vida. «Hace salir su Sol sobre los malos y los buenos, y envía su lluvia sobre los justos y los injustos”.

Si tomamos al amor en serio es como un punto de vista radical, amenazador no porque sea una idea pequeña sino porque es tan enorme que tú te sientes amenazado. Para muchos Dios es una idea aterradora que causa pánico y pedirle ayuda no parece de gran consuelo para una persona que piensa de esa manera. Pero Dios es amor y fuimos creados a su imagen; esto significa que somos extensiones de su amor, somos sus hijos. Ustedes han escuchado la palabra “autoridad” y la interpretan como hacerse valer. El ser humano tiene un problema de autoridad; esta palabra viene de autor y tiene que ver con eso y el hombre piensa que son los autores de Dios y es todo lo contrario Dios Padre es el autor del hombre.
Esto proviene de lucifer cuando dijo: “Dios no existe”, “ustedes son los autores, los creadores de Dios y lo pueden crear como ustedes quieran”. En vez de aceptar que Dios Padre nos creó hemos creído con arrogancia que nosotros nos creamos a nosotros mismos y luego creamos a Dios. Este fue el resultado de la rebelión de lucifer; nos hemos hecho un Dios a nuestra imagen, un Dios tal cual como somos porque lucifer no creía en la existencia de Dios ni menos en alguien que podría defender esa imagen.
Pero Dios nuestro Padre sigue siendo quien es y siempre será la energía y ese pensamiento de amor incondicional. Él no puede pensar con ira, ni juzgar. Es la misericordia, la compasión y la aceptación total. ¡eso es Dios! Sin olvidar que es fuerte ante aquello que no es verdad. Tristemente nos olvidamos de ello y luego nos olvidamos de nosotros mismos.

Tomarnos el amor en serio significa una transformación completa de nuestros pensamientos, necesitamos un entrenamiento mental para renunciar a un sistema de pensamiento basado en el miedo y aceptar el cambio hacia un sistema de pensamiento basado en el Amor. Nuestra mente debe ser un ejemplo de percepción sagrada. Tenemos que tener una visión de todas las situaciones de la vida desde el amor de esta manera nuestra vida funciona correctamente.
Entregarse a Dios significa entregarse al amor y hacer la voluntad de Dios significa actuar desde el amor. La connotación de entregase en este mundo es completamente errada, para este mundo entregarse significa que has perdido, que te has rendido por eso nadie se quiere entregar a Dios, pero no es así.

La mente separada de Dios se olvida de consultarse antes de salir al mundo y sin amor no podemos actuar con sabiduría. Sin amor nuestra actividad será histérica, de guerra y de maldad.
Entregarse a Dios significa relajarse, dejarse y amar sin medida; al afirmar que el amor es nuestra prioridad estamos de alguna manera realizando el poder de Dios y ese poder es real. Dios Padre gobierna el universo con esa palanca del amor y si es capaz de gobernar un universo entonces ¿por qué no soy capaz de gobernar mi vida, gobernar mi hogar, gobernar este mundo por medio de esa poderosa palanca que es el amor? Cuando nos hemos dado cuenta en nuestro ser que Dios es Amor entonces es fácil entender que seguirle es seguir los dictados de Dios que es Amor.

La pregunta de todo Hijo de Dios es: ¿Que es el amor? Y podemos percibir cuando lo sentimos y cuando no. A esta tierra hemos venido a rebosarnos de amor que no haya espacio para nada más que no sea amor. Nuestra verdadera misión en este mundo es: AMAR A LOS DEMÁS COMO DIOS NOS HA AMADO. Porque vivimos en un mundo donde el amor está ausente, donde el miedo es la oscuridad y el amor es la Luz. Hemos venido a traer el amor que el hombre necesita para poder vivir. Ningún mundo sin amor es un lugar donde vivir.

ACTUEMOS DESDE DIOS QUE ES AMOR SIENDO LA PUERTA A LA LIBERTAD ESPIRITUAL.
Con la autoridad que Dios Padre me da en esta tierra yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu.

¡Que Dios Padre esté con ustedes por siempre!

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